SEMBLANZAS. Julio Rey Pastor

 

Sabemos que su nombre encabezará dignamente esta  galería de figuras destacadas en el campo matemático. Lo perdimos a don Julio Rey Pastor como presencia corporal el 21 de febrero de 1962; su huella fecunda hace permanente su presencia espiritual. Desde 1917, cuando tenía apenas veintinueve años y era ya nada más ni nada menos que Rey Pastor, estuvo vinculado a nuestros medios docentes y científicos. En esas cuatro décadas produjo valiosa obra escrita y dictó  catedra inigualable, promoviendo estudios  e investigaciones en terreno casi virgen.

"Maestro en el arte de enseñar, en el de comprender y en el de luchar y estimar –ha dicho de él Puig Adam– ,  su producción didáctica es modelo de arquitectura funcional; en ella ella parece como si las verdades enunciadas y demostradas, aún conocidas, adquirieran a través de su exposición, nueva luz, sea por la armónica estructura, sea por la novedad audaz de las demostraciones". 
 Los que nos honramos con haber sido sus alumnos en el Instituto, sabemos bien que ese juicio refleja cabalmente al maestro que era Rey Pastor en el aula, cuando su exposición, siempre matizada por la ironía que le brillaba en los ojos, asombraba igualmente por la claridad científica y la facundia verbal.

Se había doctorado en España en 1909 y perfeccionado posteriormente en Alemania; cuando en 1914 publica sus admirados "Fundamentos de Geometría  Proyectiva Superior", su figura de matemático adquiere contornos universales. 
En 1916 aparece su "Introducción a la Matemática Superior", espléndida muestra de su amplia versación  y de su notable capacidad de síntesis elegante y expresiva. Rey Pastor reeditó esta obra en 1951, rehaciéndola casi totalmente; pocas veces hemos tenido entre manos un trabajo suyo que mejor lo mostrara como conocedor y como expositor. 

A partir de 1917, cuando en su visita inicial pronunciara memorables disertaciones, se suceden obras y más obras de su  copiosa producción.
Podríamos citar tratados ejemplares como Análisis Algebraico, Lecciones de Algebra y Teoría de Funciones, libros de carácter didáctico como sus textos para el bachillerato y su Cálculo Infinitesimal, memorias estupendas como la de "Los últimos teoremas de Poincaré", apuntes de sus innumerables cursos como el más reciente sobre Teoría de los Conjuntos Abstractos, trabajos sobre epistemología e historia de los ciencias, como su contribución a la Historia de la Nación Argentina, en el volumen 11, sobre ciencia y técnica en el Descubrimiento. Su amplia erudición rivalizaba con su dominio del lenguaje, y muchas de sus páginas son realmente antológicas.
Una valoración objetiva y responsable de su labor, aquí y allá, hasta 1944, la realizó E. Terradas amigo entrañable, en el primero de los tomos que en su homenaje publicara en 1945, el Instituto de Matemática de la Universidad del Litoral.

Rey Pastor había nacido en Logroño, España, el 14 de agosto de 1888, y aunque estuvo siempre ligado a su suelo natal, arraigó en nuestra Patria, donde se lo admiró como erudito y se lo apreció como hombre. Ocupó por muchos años cátedras universitarias en Buenos Aires y también en La Plata y Cuyo; fue profesor inolvidable del Instituto Superior del Profesorado de la Capital. Su influencia renovadora en la enseñanza de la matemática trascendió del ámbito superior  al ciclo medio y perdura a través de las generaciones de egresados que participaron de sus clases.

⬥⬥⬥

ENTRE DOS SIGLOS

La Matemática del presente siglo, esencialmente sistemática y abstracta, queda encuadrada en dos grandes marcos: Algebra abstracta y Espacios abstractos, es decir, lo discreto, de esencia aritmético-algebraica, y lo continuo, o sea lo geométrico, dualidad que tiene sus lejanas raíces en las mentalidades india y griega. Mirando mucho más cerca,  la moderna Álgebra (que en gran parte es Aritmética) nació en los mentes abstractas de Galois, Grassmann, Hamilton. Cayley, Dedekind, Kronecker ..., mientras que los más importantes espacios abstractos fueron codificados por Hilbert y su discípulo Schmidt, con el modelo de la Geometría vectorial cartesiana, y con toda amplitud por Fréchet, siguiendo la pauta que para los conjuntos de puntos trazó Cantor.

La Matemática del siglo XIX va de lo concreto a la abstracto; hija de la Filosofía natural de las dos centurias precedentes, se eleva gradualmente por construcciones progresivas que nunca pierden de vista lo real, incluso cuando parecen separarse, como en las geometrías no euclidianas, las multidimensionales o los cuaternios. Por lo contrario, lo característico de nuestro tiempo son las construcciones arbitrarias, los postulados arbitrarios y las funciones arbitrarias, suma de arbitrariedades que horrorizaba a Poincaré. Si él y Hilbert pueden tomarse como figuras máximas representativas del final de su siglo, hay una diferencia profunda entre ambos. Poincaré cierra con su genial obra esa centuria, señalando rumbos para perfeccionar su obra, mientras que Hilbert abre las puertas al nuevo siglo.
J. REY PASTOR
"La Matemática Superior"
Ed. Iberoamericana; Bs. Aires; Madrid
1951

⬥⬥⬥

Tomado de: ELEMENTOS. Revista de Matemática para la Enseñanza Media. Año I. Julio -Agosto 1963. N°1. Buenos Aires - ARGENTINA.

Te recomendamos leer:

👉SEMBLANZAS.  Luis Antonio Santaló



Comentarios