In Memoriam J. F. K.
Esta bala es antigua.
En 1897 la disparó contra el presidente del Uruguay un muchacho de Montevideo, Arredondo, que había pasado largo tiempo sin ver a nadie, para que lo supieran sin cómplice. Treinta años antes, el mismo proyectil mató a Lincoln, por obra criminal o mágica de un actor, a quien las palabras de Shakespeare habían convertido en Marco Bruto, asesino de César. Al promediar el siglo XVII la venganza la usó para dar muerte a Gustavo Adolfo de Suecia, en mitad de la pública hecatombe de una batalla.
Antes, la bala fue otras cosas, porque la transmigración pitagórica no sólo es propia de los hombres. Fue el cordón de seda que en el Oriente reciben los visires, fue la fusilería y las bayonetas que destrozaron a los defensores del Álamo, fue la cuchilla triangular que segó el cuello de una reina, fue los oscuros clavos que atravesaron la carne del Redentor y el leño de la Cruz, fue el veneno que el jefe cartaginés guardaba en una sortija de hierro, fue la serena copa que en un atardecer bebió Sócrates.
En el alba del tiempo fue la piedra que Caín lanzó contra Abel y será muchas cosas que hoy ni siquiera imaginamos y que podrán concluir con los hombres y con su prodigioso y frágil destino.
Borges, Jorge Luis.(1960). El Hacedor. Buenos Aires: Emecé.
Del Nº 23 de la Revista Planeta, Editorial Sudamericana, Buenos Aires,1968, he extraído las siguientes sorprendentes coincidencias.
1. Lincoln fue elegido presidente en 1860, Kennedy en 1960.
2. Los dos fueron muertos un viernes.
3. Los dos fueron muertos en presencia de sus esposas.
4. Los dos fueron abatidos por un balazo en la cabeza disparado desde atrás.
5. Sus sucesores se llamaban Johnson.
6. Cada uno de sus sucesores era demócrata del Sud.
7. Cada uno de sus sucesores había sido miembro del Senado.
Lyndon Johnson (sucesor de Kennedy) nació en 1908.
Lee Harvey Oswald ( asesino de Kennedy) nació en 1939.
10. Booth y Oswald fueron asesinados antes de haber podido ser Juzgados.
11. Las esposas de los dos presidentes perdieron cada una de ellas un niño cuando se encontraban en la Casa Blanca.
12. El secretario de Lincoln, que se llamaba Kennedy, le aconsejó insistentemente no ir al teatro donde fue asesinado. La secretaria del presidente Kennedy, que se llamaba Lincoln, le aconsejó no ir a Dallas.
De la comparación de estos textos ha nacido el título del presente artículo .
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