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La lógica y los niños

  Por  Alfredo Raúl Palacios (*) Ya casi no dudamos, por tantas veces escuchado o leído, que uno de los objetivos del estudio de la matemática es "entrenar" a los niños en el pensamiento lógico. Sin embargo, a la luz de los resultados podemos ver su escaso cumplimiento. Para el punto de vista de la enseñanza tradicional, este objetivo debía cumplirse a través del estudio de las demostraciones lógicas de teoremas, por lo general geométricos, y de los cuales el alumno recibía modelos ya desarrollados. Esta tarea se reservaba para la enseñanza secundaria y mientras tanto, la mente del niño, considerada como un instrumento, primero se afilaba para luego ser utilizada. Por otra parte, el énfasis puesto en el estudio de los mecanismos de cálculo terminaba ahogando la capacidad crítica y la potencia creadora. Este enfoque permite hacer dos observaciones importantes. 1) la enseñanza tradicional de la matemática no tenía como objetivo el aprendizaje de la lógica a través de la acción....

INTERLUDIO. Los Spinoza de Borges


Spinoza

Las traslúcidas manos del judío
labran en la penumbra los cristales
y la tarde que muere es miedo y frío.
(Las tardes a las tardes son iguales.)

Las manos y el espacio de jacinto
que palidece en el confín del Ghetto
casi no existen para el hombre quieto
que está soñando un claro laberinto.

No lo turba la fama, ese reflejo
de sueños en el sueño de otro espejo,
ni el temeroso amor de las doncellas.

Libre de la metáfora y del mito
labra un arduo cristal: el infinito
mapa de Aquel que es todas Sus estrellas.

Borges, Jorge Luis.1964. El Otro, el Mismo. Buenos Aires: EMECÉ EDITORES S.A


Baruch Spinoza

Bruma de oro, el occidente alumbra
la ventana. El asiduo manuscrito
aguarda, ya cargado de infinito.
Alguien construye a Dios en la penumbra.

Un hombre engendra a Dios. Es un judío
de tristes ojos y de piel cetrina;
lo lleva el tiempo como lleva el río
una hoja en el agua que declina.

No importa. El hechicero insiste y labra
a Dios con geometría delicada;
desde su enfermedad, desde su nada,

Sigue erigiendo a Dios con la palabra.
El más pródigo amor le fue otorgado,
el amor que no espera ser amado.

Borges, Jorge Luis. 1976. La moneda de hierro. Buenos Aires: EMECÉ EDITORES S.A

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