A dónde va la educación

Estimados maestros recomendamos la lectura del libro de Jean Piaget, de la colección "hay que SABER", Editorial Teide S.A, -Viladomat, 291- Barcelona  29 , tomado de la Biblioteca Digital de la UNESCO. Pueden acceder al texto desde el siguiente link: 👉 https://unesdoc.unesco.org/

Presentación 

La primera parte de este libro, «El derecho a la educación en el mundo actual», apareció en francés en Les Droits de l’esprit, volumen de la colección «Droits de l’homme», publicada por la UNESCO, Librairie du Recueil Sirey, París, en 1948. La segunda parte, «A dónde va la educación?», fue redactada en 1971 por encargo de la Comisión Internacional sobre el Desarrollo de la Educación, organismo dependiente de la UNESCO.

 Las ideas expuestas en la primera parte, como comentario ciertamente vigente todavía del artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, presentan una total coherencia con la visión breve, esquemática, pero llena de sustancia, de lo que según el autor debe ser la educación, objeto de la segunda parte. 

El prestigio internacional de Jean Piaget (1896-1980), el psicólogo que ha contribuido decisivamente a la renovación de la enseñanza, aún en marcha en todas partes, explica la publicación de los dos trabajos citados en un solo volumen, editado por Denoël/Gonthier, París, en 1972 y que ahora ofrecemos a los lectores de lengua castellana. 

EL DERECHO A LA EDUCACIÓN
 EN EL MUNDO ACTUAL 

La Declaración Universal de los Derechos del Hombre, votada por las Naciones Unidas, comprende un artículo 26 cuyo texto es el que sigue: 

1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación tiene que ser gratuita, al menos en lo referente a la enseñanza elemental y fundamental. La enseñanza elemental es obligatoria. La enseñanza técnica y profesional debe ser generalizada; el acceso a los estudios superiores tiene que estar abierto a todos en plena igualdad de condiciones, en función del mérito. 

2. La educación tiene que apuntar a un pleno desarrollo de la personalidad humana y a un refuerzo del respeto por los derechos del hombre y por las libertades fundamentales. Tiene que favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos raciales o religiosos, así como el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz. 

3. Los padres tienen, por prioridad, el derecho de escoger el tipo de educación que sus hijos deben recibir.

 Es decir, que se ha insistido sobre las obligaciones de la sociedad hacia el individuo a educar, pero también, por otro lado, se ha intentado subrayar algunos de los objetivos sociales de la educación: concretamente, se ha intentado señalar la solidaridad necesaria que une la expansión de la persona y el respeto por el prójimo. Finalmente, se ha puesto de relieve el papel de los padres. A partir de estos puntos de vista situaremos sucesivamente los comentarios cuya petición para este texto es un honor para nosotros1. El autor de estas líneas no es en absoluto educador de profesión, sino un psicólogo llevado por sus investigaciones a estudiar los problemas de la formación del hombre. 

Quisiera insistir, pues, sobre la urgencia de las cuestiones planteadas por el actual estado de la educación a partir de un espíritu de constatación psicológica y sociológica lo más objetivo posible. 

1. Modificaremos simplemente el orden de los puntos 2 (ver capítulos 4 y 5) y 3 (ver capítulo 3). 


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