Borges algunas veces matematiza


Borges algunas veces matematiza. 

Estrategias codisciplinarias. 
Lengua y Literatura - Matemática - Filosofía.  

(Nueva edición revisada y ampliada)

Autores: Alfredo Raúl Palacios y  José María Ferrero

Año: 2005

Buenos Aires- México: Grupo Editorial Lumen.


..."Una casa que cada lector construye a partir de la lectura; y hay tantas casas posibles como posibles lectores. Las ventanas, espacios abiertos al tiempo, ayudan a mirar. Eso, al menos, quisiera el autor: ayudar a mirar. [...] "La rama tiene sus pájaros fieles", escribió el poeta Salinas, "porque no ata: ofrece". Esta obra nació para realizarse en el lector, no para encadenarlo. El lector entra y sale de esta casa de palabras como quiere, cuando quiere y por donde quiere, leyéndola del principio al fin o del fin al principio, de corrido o salteado o al azar o como se le ocurra. La libertad prueba que la casa es de veras suya: en el lector, y por el lector, existe y crece".

Eduardo Galeano

Tomado de : Galeano, E. (2022). Ser como ellos. Argentina: Siglo XXI Editores.

Presentación

Jorge E. Bosch 

He aquí una propuesta original, y un desafío. En nuestra época, se habla mucho de trabajo interdisciplinario, de síntesis conceptual, de enfoques no tradicionales; pero muy a menudo  —demasiado a menudo— esas palabras constituyen meras declaraciones que, a su vez, encubren ideas confusas e ineficacia operativa. También muy a menudo los intentos de llevar a la práctica aquellas intenciones adolecen de una majestuosa superficialidad y de una endeblez teórica que los aproximan a la picaresca internacional del curanderismo.

Confieso que, por esas razones y pese a que uno de los autores es un dilecto amigo mío y eximio profesional en el arte de enseñar, comencé a leer el manuscrito de este libro con un incómodo atisbo de desconfianza. Pero no bien me adentré en la lectura, una ancha sensación de alivio dispersó mis temores y me brindó la posibilidad de gustar hasta la fruición un texto que, por su estructura y su contenido, se colocaba fuera de todas las pautas habituales. Se trataba de establecer una intima conexión entre los mecanismos con que la mente humana aborda la comprensión estético-literaria, por una parte, y la organización lógico-matemática, por la otra: magnífica oportunidad para ejercer el curanderismo. Pero, en contra de lo que hubiera podido pronosticar un cálculo probabilístico basado en las evidencias de nuestro tiempo, este libro cumple aquel objetivo en forma seria y profunda. Por sobre todas sus cualidades, deseo destacar la seriedad, rara avis en el aquelarre que se ofrece a diario a nuestra juventud, plagado de fórmulas permisivas y facilistas, de fruslerías baratas y de una música adecuada para reemplazar la emoción reflexiva por la sumisión hipnótica.

Como hacen notar los autores, desde el comienzo de la aventura del pensamiento humano se advierten aquí y allá —a través de los siglos— voces que preconizan el acercamiento entre la ciencia y el arte. Pero una cosa es preconizar y otra es realizar: las inquietantes y brumosas analogías entre la poesía, la matemática y la música han fascinado a más de un espíritu sensible, pero las realizaciones concretas capaces de iluminar aquellas semejanzas pro- fundas han sido abrumadoramente escasas.

Y bien: he aquí una realización. Por añadidura, una realización seria y profunda; y por añadidura aun, una realización pedagógica, esto es, encaminada a enseñar a otros el difícil y austero de las realizaciones. No espere hallar aquí discursos fáciles y comparaciones triviales acerca de imágenes  poéticas y edulcoradas fantasías matemáticas. No, , lo que se ofrece en este libro es el resultado  de largos años de tarea pedagógica, meditación y experiencia, Se ofrecen textos ejemplares, tanto de la vertiente matemática como de la literaria, y se los vincula a través de una  metodología de trabajo original, precisa y bien articulada. Lo que se destaca no es la comparación azarosa, sino el trabajo analítico, detallado, progresivo. En síntesis: el trabajo.

Cuando se trata de hallar y poner en evidencia las relaciones unificadoras que vinculan a la literatura con la matemática, surgen —entre otros posibles— dos métodos interesantes: el epistemológico y el pragmático. El primero consiste en una indagación filosófica acerca de los significados profundos de los lenguajes que se usan en cada una de esas actividades; el segundo consiste en poner manos a la obra en forma inmediata e ir descubriendo —mediante una disciplina ordenadora— las afinidades y los contrastes, las luces y las sombras. El método epistemológico es quizá el más adecuado para el filósofo y el investigador formados, pero el método pragmático es el que se impone sin lugar a dudas cuando se trata de iniciar a los jóvenes en un trabajo interdisciplinario.

Tal es el método elegido por los autores de este libro, pero me apresuro a despojar el término pragmatismo de las connotaciones que, en algunos ámbitos, lo asocian con la improvisación y la acción espontaneísta desvinculada de toda reflexión teórica. La solución pragmática a que me refiero es la que pone énfasis en la experiencia —la praxis— llevada a cabo por los mismos destinatarios del proceso educativo, y que se opone a una metodología excesivamente especulativa y verbalista. La solución pragmática que aquí se presenta es, precisamente, el resultado y la decantación final de una adecua da combinación de experiencia y reflexión teórica. Los autores proponen una gran cantidad de actividades, pero no dejan al joven alumno inerme ante un desproporcionado desafío, ni lo adulan confiándolo a un espontaneísmo supuestamente liberador —que termina en esclavitud ante las durezas inclementes de la realidad—, sino que le suministran apoyos conceptuales, guías de trabajo, orientaciones y ejemplos en abundancia, para ello, han elaborado una cierta disciplina, una metodología que ayuda positivamente a ir descubriendo las estructuras profundas. Me complazco en subrayar este concepto práctico guiado por conceptos claros y orientaciones iluminadoras por que se ha puesto de moda, en algunos medios pseudopedagógicos, hablar desmesuradamente de investigación. Con el pretexto de valorar la investigación, se enfrenta al alumno —inclusive a los más pequeños de la escuela primaria— con tareas de búsqueda de datos o de conocimientos para las cuales no se les dan los medios apropiados, conduciéndolos así hacia una inevitable frustración. Por el contrario, en este libro no se escatiman las guías y las recomendaciones que hacen posible una auténtica búsqueda personal. Y está sobreentendido que, además de esos elementos explícitos de orientación, el alumno contará con la insustituible guía de sus profesores.

Así llegamos a otra de las claves del proceso educativo: los profesores. Si bien este libro está diseñado para el uso de los alumnos (preferentemente de los años superiores del ciclo secundario y los primeros del ciclo terciario), no cabe duda de que han de ser los profesores quienes permitirán extraer de este material el máximo rendimiento. Claro que se presenta aquí una novedad fundamental: se requiere una estrecha colaboración entre el profesor de Lengua y Literatura y el de Matemática, con la bienvenida contribución —si se da el caso— de los profesores de Filosofía y de Arte. Pero esta colaboración está sugerida por el texto mismo, de modo que los profesores no la sentirán como una carga, sino como una fascinante oportunidad de trabajo no convencional. Es obvio que no hace falta llevar a cabo todas las tareas propuestas en el libro, ni tomar en consideración todos los detalles, y que corresponderá al profesor de Lengua y Literatura evitar que el exceso de análisis ahogue la apreciación estética global. El material, pues, está ahí, rico y disponible: los profesores deberán servirse de él graduando adecuadamente la ejercitación e incluso variando las propuestas. Este libro es todo lo contrario de una imposición dogmática: es una suma de sugerencias, una incitación a la aventura, una opera aperta, como gustaría decir Umberto Eco.

El nombre de uno de nuestros máximos escritores preside esta entrega, desde un giro de alcurnia platónica. No me cabe duda de que Jorge Luis Borges ha perpetrado la matematización muchas veces en su vida, incluso cuando realizó algunas de sus originales contribuciones a la literatura del mundo. Sólo me resta agregar que su obra es utilizada aquí con gran dignidad, colocándola al servicio de las nuevas generaciones, lo cual ha de satisfacer al maestro. La gran literatura tiene el mismo destino que la gran matemática: difundirse lentamente, por canales sutiles y profundos, a través de minorías cada vez más amplias, hasta llevar a toda la humanidad una partícula de un mensaje universal y renovador. Con este mensaje no se construyen ni puentes ni bombas, pero se tocan ínfimas articulaciones de los procesos conceptuales, abriendo así nuevas posibilidades a la mente humana, lo que es casi como enriquecer el patrimonio genético de la especie. Nada menos. Aprendan los impacientes a escudriñar estos mecanismos sutiles de la cultura, antes de encaramarse a slogans populistas y desoladores: este libro ha de ayudarlos.

Séame permitido concluir estas breves reflexiones con un recuerdo personal: he visto con emocionada alegría que los autores han tenido a bien incluir un texto de aquel espíritu refinado y culto que fue Eduardo Hernán del Busto; en efecto, su ensayo sobre Pitágoras es típico de su capacidad para unir la claridad intelectual a la belleza expresiva. Vaya en estas pobres líneas mi homenaje al intelectual y al amigo, a quien no llegué a manifestar, mientras vivió, el hondo aprecio que le tenía. Ningún lugar es más digno que este libro para inscribir tal homenaje; y quizá esto sea así porque los profesores José María Ferrero y Alfredo Raúl Palacios prolongan hoy esa tradición de cultura, refinamiento y universalidad que se plasmó con pasión en el alma de del Busto.

Agradezco a estos jóvenes y maduros autores la oportunidad que me brindan para volver a escribir con mayúscula la palabra Cultura, en una época y en un medio en que muchos intelectuales tienden a eludirla, a distorsionarla y rebajarla hasta el punto de pedir disculpas cuando la usan. No quiero pensar en el trecho que media entre esta actitud y la célebre consigna del doctor Goebbels. Sacudamos estos malos pensamientos y levantemos una copa de buen vino para brindar por la Cultura en la fiesta que nos proporciona este libro.

Jorge E. Bosch 
La Plata, febrero de 1985.

 Advertencia

1. El porqué de este libro

El presente trabajo se propone como modesta contribución al replanteo de algunos de los objetivos perseguidos por nuestros estudios de nivel medio y búsqueda perfectible en el camino de la integración disciplinaria. Compartida intuitivamente aun desde los años en que recorrían las incertidumbres propias de todo comienzo universitario, los autores sostenemos como inexcusable la convicción —corroborada luego en el ejercicio de 40 años de docencia— de que las disciplinas intelectuales del hombre consienten una coparticipación susceptible de ser programada. Convicción capaz de desalentar cualquier juicio apriorístico que el quietismo o la inercia laboral pudieran imponernos en tal sentido.

Al respecto, nos da la razón la pedagoga María José Gómez Miranda, cuando afirma:

Una educación construida exclusivamente sobre disciplinas, que no busquen una auténtica y armónica unidad, será sólo una instrucción. Una educación interdisciplinaria con fuertes conexiones entre disciplinas distintas irá creando en el alumno una imagen más exacta de la realidad tal como es. La realidad estudiada actualmente por nuestros alumnos se presenta dividida en muchas partes, repartida entre las disciplinas escolares y no como un todo. Por esta razón, la ciencia que quiera ayudar al conocimiento de la naturaleza tal cual es deberá ser integrada, lo cual no lleva a destruir la enseñanza por disciplinas, sino a enseñarlas en función de sus relaciones dinámicas con otras disciplinas y con los problemas de la sociedad.

(En Revista Española de Pedagogía, año XXXVI, abril-junio de 1978, Madrid, Instituto San José de Calasanz de Pedagogía.)

2. La índole del trabajo

El lector que se aproxime a estas páginas no debe esperar toparse con de moradas disquisiciones teóricas: en relación con las tareas codisciplinarias, porque sería un temerario abuso de nuestra parte arriesgarnos a plantear cuestiones técnico-pedagógicas que hemos preferido dejar, prudentemente, en las manos responsables de los especialistas; y en relación con la obra misma, porque hemos apelado a un apoyo teórico mínimo, en la medida en que nuestra tarea se canaliza fundamentalmente bajo la forma de propuestas de trabajo que privilegian, pues, la aplicación práctica generada por la actividad codisciplinaria.

En efecto, hemos partido del siguiente concepto de texto: el texto (del latín textus, tejido) es un objeto de naturaleza lingüística, relativo a la realización escrita de la lengua, cuyos constituyentes —palabras o signos—, estructurados como elementos solidarios, es decir, interdependientes, de acuerdo con la etimología de la palabra, se van entrelazando en torno de un cierto eje temático, a efectos de transmitir un contenido semántico determinado.

En función de tal concepto, hemos procedido a compilar una serie de textos de naturaleza diversa (narrativa, lírica, ensayística, informativa...) acerca de los cuales fuera posible enunciar ciertas tareas a cuyo desarrollo contribuyesen fundamentalmente las áreas de Lengua y Literatura y Matemática, sin desmedro, claro está, del aporte funcional de otras disciplinas.

Así, pues, la resolución de los ejercicios que estas páginas proponen lo primero que ha de dejar en evidencia ante el alumno es la certeza de que el que hacer intelectual constituye un campo de experimentación en el que los seres humanos no ejercitan, por turno, una aptitud determinada, sino que configura un terreno de permanente incitación para la práctica del pensar como actividad integradora que, con su acción, logra hacer homogéneos los estímulos provenientes de áreas múltiples y diversas, y tan sólo en apariencia excluyentes.

En relación con lo antedicho, sugerimos reflexionar en lo que expresa el primer epígrafe de nuestro trabajo, donde los pedagogos Scurati y Damiano aluden a la unidad constitucional profunda que tiene la conciencia de todo sujeto pensante, y a la necesidad de dar respuesta a ella por medio de procesos de aprendizaje y de análisis de la realidad que ayuden al educando a captar el sentido unitario del objeto de conocimiento en sus diversos aspectos.

3. La metodología que se propone

En razón de lo expuesto, la metodología de trabajo adecuada ha de ser la de "taller codisciplinario", con alumnos libremente dispuestos a brindar su colaboración en la experiencia y orientados por docentes provistos, en primer lugar, de la flexibilidad actitudinal que se requiere para un enfoque de tal naturaleza.

Los propios docentes involucrados serán quienes ofrezcan el ejemplo aleccionador, comenzando por renunciar a la nociva convicción de que las asignaturas por ellos impartidas son las materias, presupuesto sin el cual resulta imposible propiciar el diálogo enriquecedor que implica cualquier actividad codisciplinaria. Sólo tales docentes, y luego de las reuniones previas para el intercambio a que la tarea —como es obvio— obliga, estarán en condiciones cabales de transmitir a los alumnos intervinientes lo que es aspiración de las presentes páginas en su carácter de "libro-taller". De modo que frecuencia de los encuentros, metodología, modalidad, evaluación... del taller deberán ser programadas consensuadamente por el grupo operativo.

Si hemos preferido el adjetivo codisciplinario antes que el más difundido, interdisciplinario, es porque el prefijo latino co- (que significa "unión" o "compañía") denota con mayor nitidez el concepto de interdisciplinariedad que estas páginas propician y define más elocuentemente la intención integradora.

Estimamos pertinente, a titulo complementario, enunciar un pentálogo deseable para todo taller integrador de disciplinas:

  • Que responda al requerimiento general de aprender haciendo, privilegiando el abordaje de acciones concretas, sin el soporte de la teorización excesiva.
  •  Que, siendo sistémico en su concepción y en su desarrollo general, no resulte inflexible en su encuadre temático, de modo que logre abrir el espectro de posibles relaciones para matizar ese encuadre y contribuir al enriquecimiento genuino de la perspectiva vital de los alumnos.
  • Que intente ejercitar de manera integral las operaciones básicas del pensamiento (observación, clasificación, comparación, interpretación, resumen, formulación de críticas, búsqueda de suposiciones, imaginación, reunión y organización de datos, formulación de hipótesis, transferencia de hechos y principios a situaciones nuevas, toma de decisiones, diseño de proyectos y realización de investigaciones...),* pero que, a la vez, no desatienda el área afectiva de los alumnos.
  • Que induzca a la interacción respetuosa con el otro como el aporte más eficaz para cimentar la convivencia constructiva, definir convicciones personales y aprender a fortalecerlas o a rectificarlas mediante la confrontación con las ajenas.
  • Que los conductores de la experiencia sepan obrar como orientadores concepciones apriorísticas de las y no como defensores dogmáticos de cuales los otros deben ser convencidos.

Por lo demás, el público que no busque en estas páginas un instrumento de quehacer educativo podrá hallar, de todas maneras , estímulos para esa reflexión personal a la que debería conducirnos siempre el ejercicio de la lectura genuinamente comprensiva.

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*Louis E. Raths, Selma Wassermann y otros, Cómo enseñar a pensar . Teoría y aplicación, Buenos Aires, Paidós, 1986.

4. El porqué del título

Si bien los textos convocados por Borges algunas veces matematiza —título que reelabora la frase platónica "Dios algunas veces geometriza" y la del matemático C. G. Jacobi "Dios algunas veces aritmetiza"—  no son excluyentemente borgianos, lo son, sí, en buena mayoría. Ello se debe no sólo a que el libro quiere ser, también, un homenaje al escritor, sino a que la obra de Borges constituye, por sí misma, un elocuente testimonio de actividad codisciplinaria, donde creación literaria, ciencia físico-matemática, filosofía, estética, historia... pueden llegar a convivir con una familiaridad sorprendente para quienes —como nosotros— transitamos aplicadamente sus páginas, sabiendo de antemano que la relectura siempre habrá de tener reservada la sorpresa de revelaciones nuevas.

Aclaración: la primera edición de Borges algunas veces matematiza apareció en 1986. Al reeditarlo ahora, hemos procedido a revisar y a modificar el texto original en aquellos aspectos que entendimos resultaban susceptibles de una oportuna reformulación. Asimismo, hemos distribuido el material en dos partes, ampliado y enriquecido lo que ahora constituye la primera parte, incorporado el capitulo V de la segunda (originalmente dado a conocer en publicación separada), incorporado una "Addenda" con resoluciones orientadoras de algunas de las propuestas de trabajo, incluido el "Apéndice", con un trabajo de María Elena López que —como tendrá oportunidad de comprobarlo el lector— constituye un enfoque modélico de abordaje coodisciplinario, y ampliado de la bibliografía general . Con todo ello, estimamos que nos ha sido posible renovar en buena medida la publicación del´86,  particularmente en las temáticas, al repertorio textual  y a  las respectivas propuestas de trabajo.


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